Sin la solemnidad romana, pero con un poco de la formalidad que a Puan no le sobra, me dispongo a travesar el gran rito de pasaje : mi jura como graduada de la Licenciatura en Letras de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
Sin casamiento ni niños a la vista, la graduación es el único y verdadero cambio de estado que atravesaré (por lo menos antes de los 30) .
Por eso, creo en cargar de significado el vacío de una ceremonia de entrega de un título que obtuve hace 2 años y que, además, implica una idea de compromiso, nadie sabe muy bien con qué ¿el estado? ¿la universidad pública? ¿la docencia? ¿la investigación? ¿el subjuntivo? ¿luchar contra el Cervantes?
La gran ventaja de la jura como rito de pasaje es que me enteré ayer y será el 15 de octubre. Si pensamos en los tiempos que lleva organizar un casamiento, una fiesta de 15 o un bar mitzva ¡es un negocio redondo!
La imagen es un stencil de Bansky (http://www.banksy.co.uk/) intervenido per moi.
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